domingo, 1 de noviembre de 2009

El Estado tomado

Como en el cuento "Casa tomada", de Julio Cortázar, el Estado mexicano ha sido "tomado" por las élites política y económica. En el cuento de Cortazar, la casa de Irene y su hermano (narrador de la trama) es poco a poco arrebatada a éstos por personajes sin rostro, nombre o historia, los cuales sólo son percibidos como ruidos y susurros de conversación, como se aprecia en la siguiente cita:

 "Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles. Irene estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió poner al fuego la pavita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o la biblioteca. El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tiré contra la puerta antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave estaba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad" (1986: 13).

Pero los esfuerzos de Irene y su hermano por defender su casa no fueron suficientes, finalmente: "Desde la puerta del dormitorio (ella tejía) oí ruido en la cocina; tal vez en la cocina o tal vez en el baño porque el codo del pasillo apagaba el sonido. A Irene le llamó la atención mi brusca manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir palabra. Nos quedamos escuchando los ruidos, notando claramente que eran de este lado de la puerta de roble, en la cocina y el baño, o en el pasillo mismo donde empezaba el codo casi al lado nuestro.  [...] No nos miramos siquiera [...] Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán. Ahora no se oía nada. Han tomado esta parte, dijo Irene [...] Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada" (Ibidem.: 16).

La forma en la que Cortázar cuenta como la casa fue poco a poco tomada me recuerda la historia reciente de México en la que gradualmente, ciertas élites política y económica han tomado el Estado. Se puede hacer un largo recuento de los hechos que han caracterizado el largo proceso a partir del cual finalmente hoy, 2009, se consuma la traición a la revolución popular ocurrida durante la Revolución Mexicana, según el propio Héctor Aguilar Camín. Esa traición comenzó con el triunfo del grupo Sonora y la derrota de Villa y Zapata. Durante los años del milagro mexicano, el Estado parecía un leviatán "bicéfalo", con una cabeza preocupada por cumplir ciertas demandas populares y otra por modernizar al país y apoyar a la iniciativa privada. Y a pesar de que el Estado parecía preocupado por conservar cierto equilibrio entre ambas cabezas, con el paso del tiempo la segunda devoró a la primera. Este proceso se aceleró a partir de 1982, año en que sube a la presidencia el primer presidente neoliberal, Miguel de la Madrid Hurtado, ese que hoy es acusado de "envejecimiento inexplicable" y que niega sus declaraciones en torno a Carlos Salinas de Gortari, su sucesor. Su sexenio vio el inicio de la serie de privatizaciones que de una manera u otra han tenido lugar en México, en beneficio de cierta élite política y económica.

A diferencia del cuento, los personajes que han tomado al Estado tienen nombre, rostro y una historia, y los habitantes y ciudadanos de este país, desde la cotidianidad de nuestra vida diaria, observamos como poco a poco el Estado va siendo tomado a partir de acuerdos cupulares en los que nuestra opinión e intereses parecen pesar muy poco. ¿Seremos capaces de escuchar los susurros, y a veces gritos, que nos avisan que tal toma está ocurriendo? ¿Nos dará tiempo de escapar como hicieron Irene y su hermano?  ¿O acaso tendremos que desalojar al país y tirar la llave a la coladera como hicieron Irene y su hermano? ¿Tendremos que dejarlo en manos de aquellos que lo han tomado para sí pasando por encima de nuestros derechos? Habrá que reflexionar en torno a las opciones que Irene y su hermano no tuvieron o no supieron buscar resignándose a abandonar aquello que por derecho les pertenecía.



Referencia:

Cortázar, Julio, "Casa tomada", en Cuentos, Barcelona, Ediciones Orbis, S.A., Jorge Juis Borges (que no José Luis Borgues, por eso de la incultura) Biblioteca Personal, 1985.

miércoles, 21 de octubre de 2009

El PRI que viene

Mucho debemos reflexionar en torno a nuestro futuro próximo como nación pues todo parece apuntar que el PRI, con Peña Nieto a la cabeza, recuperá la presidencia en el año 2012. Pero ¿cómo es ese PRI que pretende volver a ejercer el poder político?; ¿ha cambiado? ¿ha olvidado sus viejas prácticas corporativo-clientelares? ¿aprendió a gobernar poniendo en primer lugar el interés del pueblo al que debería servir? ¿está al margen de los intereses cupulares que gobiernan este país? ¿ya sabe lo qué es la democracia?

Enseguida se mencionan algunos de los hechos que dibujan el contexto en el que dichas preguntas deberían ser respondidas:



  • La represión en San Salvador Atenco, con Enrique Peña Nieto como gobernador del Estado de México. Los abusos y violaciones cometidos en contra de algunas de las mujeres deternidas, el asesinato a quemarropa de un jovencito, la criminalización de la protesta social y el encarcelamiento de los principales líderes y las condenas que les fueron impuestas.



  • Su aval al triunfo de Felipe Calderón Hinojosa, en las elecciones de 2006, a pesar de la sospecha de fraude.



  • Desoyendo las voces de la sociedad y de organizaciones como Católicas por el Derecho a Decidir, Lesbianas Feministas, Foros de Salud, Red de Mujeres Libres por la Equidad, Colegio de Bioética, GIRE, Equidad de género,Propuesta Cívica y el Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos, el PRI en compañia del PAN ha aprobado la penalización del aborto, incluso en caso de violación, en 16 estados de la República (Baja California Norte, Campeche, Colima, Durango, Estado de México, Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nayarit, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Veracruz, Yucatán). Están pendientes iniciativas iguales en los estados de: Aguascalientes, Estado de México, Michoacán, Oaxaca, Querétaro y San Luis Potosí. Lo cual nos lleva a pensar que el cuerpo de las mujeres es un recurso utilizado por ambos partidos para negociar otras cuestiones, más allá de los derechos e intereses femeninos. En opinión de Diego Valadéz, investigador del IIJ-UNAM, “En términos literales se puede afirmar que esas acciones son una contrarreforma en México: no sólo responden a la reforma que en 2007 se aprobó en el Distrito Federal. También van en contra del Estado secular mexicano y en contra de la democracia consensual que nuestra Constitución ha establecido [...] El resultado de esa reforma se puede considerar totalitarista, porque el Estado mexicano en 16 entidades del país está disponiendo del cuerpo de las mujeres. Ésa es una medida totalitaria.” ” (Consultar en http://www.jornada.unam.mx/2009/10/06/index.php?section=sociedad&article=033n1soc).




  • El apoyo incondicional de la dirigencia del PRI al gobernador de Puebla (también priísta) , Mario Marín, acusado por brindar su apoyo a pederastas.



  • El apoyo incondicional de la dirigencia del PRI al gobernador de Oaxaca, Ulisses Ruíz, acusado de reiteradas violaciones a los derechos humanos de los opositores a su gestión. La protección de altos funcionarios de su gobierno a pederasta que en colegios particulares violan y graban a pequeños niños, como en el caso del Colegio San Felipe.



  • Su apoyo a la política fiscal del poder federal, autorizando, en la Cámara de Diputados, que el IVA pase de 15 a 16 por ciento y el ISR de 28 a 30 por ciento, además de un cobro del 3% a la telefonía celular y la internet. Dejando intocados los regímenes especiales. Es decir, recargando nuevamente el costo de la crisis económica y financiera en los ya de por sí gastados bolsillos de la clase media y protegiendo los intereses de los grupos más favorecidos. Conducta muy propia del llamado "capitalismo de amigos". Esto es, protegieron los intereses de las grandes empresas, en contra de las PyMEs que generan el 80% de los empleos del país.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Desencantos

En las últimas semanas hemos acudido a un espectáculo más que deplorable entre los políticos en México, sin importar el partido al que pertenezcan, se han dedicado a reeditar la conocida frase de Carlos Salinas de Gortari, “ni los veo ni los oigo”, misma que pronunció en respuesta al abucheo que le dedicaron los perredistas en su último informe de gobierno en la Cámara de Diputados, en 1994. Este “clásico” parece haber llegado a la política mexicana como la música de Radio 620, “para quedarse”. “Hace un cuarto de siglo Carlos Salinas de Gortari descalificaba toda expresión socio-política que no compartiera su visión personal y de grupo, ignorando su existencia. Y es que comprometido con el llamado “Consenso de Washington”, condicionó el futuro de México a la decisión de los centros corporativos y financieros globales que ponen y quitan gobernantes en todo el mundo”. (Consultar a José Luis Rodríguez Lozano en http://crisolplural.com/2009/08/04/ni-los-veo-ni-los-oigo/). La diferencia es que hoy no es sólo un diálogo de sordos el que se desarrolla entre los políticos, sino de éstos con las diversas voces ciudadanas. Lo anterior da paso a la siguiente sección en la que los políticos mexicanos no sólo están ciegos y sordos sino locos*.


Ciegos:



  • Ayer (13 de octubre de 2009) el Secretario del Trabajo y Previsión social, Javier Lozano Alarcón, afirmó que no había que preocuparse pues el despido masivo de los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (44 mil) no incidirá importantemente en la tasa nacional de desempleo. Como típico neoliberal mexicano sólo puede pensar en cifras macroeconómicas, pero es incapaz de reflexionar en torno a las consecuencias que sufrirán las familias de esos miles de "ya casi" extrabajadores de LFC, o como diría José Alfredo Jiménez "él pa' bajo no sabe mirar".

Sordos:



  • A pesar de los múltiples reclamos de organizaciones civiles el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, propuso a Arturo Chávez Chávez como Procurador de la República. Nombramiento que fue ratificado por los Senadores de la República, quienes también decidieron hacer oídos sordos a las protestas de cientos de familias cuyas hijas han sido víctimas de los horribles asesinatos cometidos en contra de más de cuatrocientas mujeres en Ciudad Juárez.

  • Pasando por alto las objeciones que estudiosos del grupo Científicos comprometidos con la sociedad, la Semarnat ha cedido a la presión de dos grandes corporativos, Monsanto y , para que hagan supuestos experimentos (mismos que usarán una tecnología obsoleta desde hace 10 años) con maíz transgénico, violando las medidas de bioseguridad y poniendo en riesgo la biodiversidad, ante la posibilidad de contaminación de las especies silvestres de maíz en Mèxico (centro de origen) y atentando contra la salud de los potenciales consumidores. Si el lector(a) de este blog no sabe quien es Monsanto, le sugiero que lo busque en la misma red y que vea el documental La corporación.
  • Desoyendo las voces de la sociedad y de organizaciones como Católicas por el Derecho a Decidir, Lesbianas Feministas, Foros de Salud, Red de Mujeres Libres por la Equidad, Colegio de Bioética, GIRE, Equidad de género,Propuesta Cívica y el Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos, el PRI en compañia del PAN ha aprobado la penalización del aborto, incluso en caso de violación, en 16 estados de la República (Baja California, Colima, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Yucatán). Lo cual nos lleva a pensar que el cuerpo de las mujeres es un recurso utilizado por ambos partidos para negociar otras cuestiones. En opinión de Diego Valadéz, investigador del IIJ-UNAM, “En términos literales se puede afirmar que esas acciones son una contrarreforma en México: no sólo responden a la reforma que en 2007 se aprobó en el Distrito Federal. También van en contra del Estado secular mexicano y en contra de la democracia consensual que nuestra Constitución ha establecido [...] El resultado de esa reforma se puede considerar totalitarista, porque el Estado mexicano en 16 entidades del país está disponiendo del cuerpo de las mujeres. Ésa es una medida totalitaria.” ” (Consultar en http://www.jornada.unam.mx/2009/10/06/index.php?section=sociedad&article=033n1soc).

Y locos:


  • El senador Jesús Murillo Karam afirmó que la responsabilidad en el nombramiento de Chávez Chávez recaerá en el presidente de la República y no en los senadores que lo ratificaron (sic). Vaya manera absurda de evadir una resposabilidad compartida, en la que dentro del Estado mexicano las voces de las mujeres no sólo son desatendidas sino ignoradas.

  • PRI y PAN se culpan por el alza de impuestos. El dirigente y legislador panista, César Nava, señaló que el aumento del IVA de 15% a 16%  no se traducirá en beneficios para los pobres; mientras que el 2% de impuesto generalizado, sí habría favorecido a este sector; en consecuencia responsabilizó al PRI de aprobar una Ley de Ingresos “insuficiente e incompleta” y de dejar a los pobres sin los recursos que el gobierno de Calderón les hubiera destinado. En respuesta, la dirigente del PRI, Beatriz Paredes acusó al líder del PAN, César Nava, de actuar con oportunismo electoral luego que los responsabilizó del aumento de impuestos, “el partido en el gobierno pretende una vez más deslindarse de su responsabilidad como partido gobernante” (http://admin.milenio.com/node/308018). Por su parte, la senadora María de los Angeles Moreno, explicó que fue una imprudencia del PAN endosarle al PRI una iniciativa fiscal que, todos saben, proviene del Ejecutivo (http://mediosenmexico.blogspot.com/2009/10/el-senado-corregira-el-alza-al-iva.html). Por otro lado y de manera insólita Gerardo Fernández Noroña, legislador del PT, defendió al PRI e increpó a los panistas afirmando que "no tienen cara" pues "viven del pueblo y traicionan al pueblo", también acusó al Secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, de "cínico y canalla" (haz click abajo). La defensa que Fernández Noroña hizó del PRI le valió que los legisladores priístas corearan "Noroña. amigo, el PRI está contigo".






  • Mientras el barco se hunde........
El presidente culpa a los empresarios de boicotear su política fiscal y éstos se defienden; el PRI culpa al PAN por el alza de impuestos, mientras que mañosamente se salieron de la sesión para dejar al PAN votar solo y para regresar en caso de que faltaran votos para aprobar el paquete fiscal; el PAN a su vez culpa al PRI por "el  pasado" y por no asumir su responsabilidad frente a los cambios que el país necesita; el PRD, por su parte, culpa a ambos PRI y PAN de estar llevando al país a la ruina.

* Ciegos, sordos y locos, es el título de una película dirigida por Arthur Hiller y protagonizada por Gene Wilder y Richard Prior en 1989, en la cual el primero es ciego, el segundo sordo y los dos locos. Por supuesto, se trata de una comedia, pero conforme pasa el tiempo lo que ocurre con los políticos mexicanos se le asemeja, guardada toda distancia pues la primera es una divertida trama pensada para llevar al absurdo una serie de situaciones con intención de arrancar carcajadas a los espectadores, y la política alla messicana,  es más bien una parodia de mal gusto, que si no fuera un drama nos haría reír.

lunes, 5 de octubre de 2009

América Latina pierde una de sus más importantes voces: muere la gran Mercedes Sosa



Luchar contra la opresión, las dictaduras, la explotación, el dolor humano es mérito de mucha gente decidida a no pasar por este mundo sin hacer algo por alguien, no importa la trinchera. Mercedes Sosa alzó su voz en contra de los tiranos, los asesinos, los dictadores, le cantó a nuestra América, dio esperanza, unió a muchos y muchas que deseaban y desean ver a los desprotegidos del mundo remontar su condición de desigualdad. Vaya este pequeño homenaje a la mujer y al ser humano.


¡Gracias a la vida!




"Canción de las simples cosas"




¡Sólo le pido a Dios!






"Alfonsina y el mar"




¡Canción con todos!






viernes, 4 de septiembre de 2009

Un discurso histórico

Por: Ivonne Acuña Murillo

Cabe preguntarse qué es lo que da a un discurso el carácter de histórico. Se podría argumentar que es  la estatura moral, política, social o intelectual del personaje lo que imprime a sus palabras ese carácter.  Se podría afirmar también que es la pertinencia de lo dicho en función de un momento histórico determinado o ambas cosas: la posibilidad de un individuo, que en función de una preparación y experiencia previas y/o una gran intuición o capacidad de observación y análisis es capaz de hacer una lectura acertada y plasmar en palabras los elementos más importantes del momento histórico que le tocó vivir.

Pero, el que un discurso pase o no a la historia, no depende sólo del personaje y el documento en sí mismo, sino de la forma en que lo reciben aquellos a quienes va dirigido; esto es, está sujeto a múltiples lecturas e interpretaciones. En este caso, el texto escrito y leido por Porfirio Muñoz Ledo en la Cámara de Diputados, como parte del posicionamiento del Partido del Trabajo, iba dirigido al presidente de la República y su gabinete, a los mismos legisladores, a los partidos políticos, a la ciudadanía, a los mexicanos y mexicanas en general.

Se puede suponer que para el ejecutivo federal el posicionamiento del legislador es un intento más de la oposición por negar los "avances" del sexenio y por obtaculizar una "brillante" labor resaltando lo malo y ocultando lo bueno; para los legisladores y partidos, una postura más, entre muchas, que sus mismos partidos podrán parcialmente sostener o negar; para la ciudadanía y en general para quienes habitan este país, el discurso podrá pasar desapercibido si no se tuvo la paciencia y el interés de seguir con atención las intervenciones de los representantes de los diversos partidos el día de la entrega  por escrito del tercer informe presidencial, a través de la señal del Canal del Congreso. La oportunidad se perdió si se decidió esperar a ver el resumen en las principales cadenas de televisión que tuvieron a bien omitirlo.
Para otros, el discurso pasará por el tamiz de las simpatías partidistas, de los intereses personales, de las convicciones y prejuicios, lo cual se traducirá en un rechazo o aceptación, ya parcial, ya total.
Para los menos, las palabras de Muñoz Ledo, quedarán como un claro recuento de los problemas por los que atraviesa el país, de los errores cometidos por los diversos gobiernos, de la gran deuda social que crece año con año con los que menos tienen, de las soluciones posibles, por mencionar sólo algunos de los puntos por él referidos.
Como puede observarse, la posibilidad de que adquiera una influencia mayor y con ello un carácter histórico se pierde en un mar de intereses y desintereses políticos, económicos, sociales, personales y de grupo.
Sin embargo, para quien esto escribe, el discurso pronunciado el 1 de septiembre por Porfirio Muñoz Ledo es la visión de un hombre de Estado que conoce y comprende el funcionamiento del sistema político mexicano, sus debilidades y fortalezas, el contexto nacional e internacional en el que se inserta, las tan necesarias y urgentes reformas políticas (del Estado) y económicas (cambio de modelo), las posibilidades y riesgos que el país enfrenta, por lo que debería tener un lugar en la historia contemporánea de México. País al que amamos y que vemos sumido en una profunda y lacerante desigualdad social como mudos testigos de un drama que se avecina, ante la mirada impávida de nuestros gobernantes, a los que se suman legisladores y ministros, quienes dejan pasar una a una las oportunidades para sacar a este país adelante, ya por falta de voluntad política, por miopía partidista, por incapacidad o por estar demasiado ocupados asegurando sus intereses personales y de grupo. De cualquier forma, eso los deja a todos como "enanos" frente al reto histórico que deben enfrentar.



Porfirio Muñoz Ledo
Discurso de posicionamiento del PT en la Cámara de Diputados
Parte 1 de 2


Porfirio Muñoz Ledo
Discurso de posicionamiento del PT en la Cámara de Diputados
Parte 2 de 2




Los intentos por desacreditar al autor de un discurso que pasará a la historia como el análisis de un político con tamaños de estadista y que dejó pequeños a los demás oradores, van desde ignorarlo y omitir su mención en  los grandes medios de comunicación, empezando con Televisa y TV Azteca, hasta la carta de un publicista que de analista político no tiene nada, y quien, ante la falta de argumentos de peso (no porque no los haya sino porque los desconoce), se lanza a denostar a la persona hablando de su supuesta vida privada, pasando por alto ideas, problemas nacionales, proyectos, urgencias y la forma detallada en que Muñoz Ledo dibuja al país en un momento en que los errores políticos y económicos pueden llevarnos al desastre. Es de llamar la atención que esta carta, publicada el martes 9 de septiembre de 2008, circulara nuevamente por la red tan sólo unos días después de que Muñoz Ledo pronunciara el discurso arriba reproducido.

La carta de Carlos Alazraki puede ser consultada en:

http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=383963

Te sugiero leas una interesante opinión en torno al escrito de Alazraki, "intelectual pop", en contra de Porfirio Muñoz Ledo en:

http://cienciametodoysociedad.blogspot.com/

Me sumo a la carta que German Dehesa envía a Carstens

A DON CARSTENS, DE PARTE DE GERMAN DEHESA...

Oiga, Don Carstens

Lo acabo de ver en la TV y quedé francamente sorprendido. Por boca de usted vine a saber que la Secretaría a su digno cargo planea para septiembre un aumento en los impuestos. Dijo usted esto y se quedó con rostro muy satisfecho y bonachón, haga de cuenta Oliver Hardy cuando lograba pedir su refresco de sasafrás. No es por molestarlo, Don Carstens, pero de una vez le voy diciendo que me niego y me negaré rotundamente a aceptar esa alza que, tal como fue presentada, más parecía una "puntada", que algo bien razonado y de cara a la ciudadanía. Ustedes hacen sus reunioncitas para tomar decisiones que afectarán a todos y así, sin la menor explicación, nos anuncian esos cambios que siempre son, según ustedes, "para bien de la patria". Cada vez que nos hacen su perrería pretenden aplacarnos diciendo que todo es para servirnos mejor. A mis 65 años de edad, he tenido ya tiempo suficiente para comprobar que no hay cambios sustanciales que avalen lo dicho por la alta burocracia. Es decir, nuestros servicios siguen siendo de chisguete y para comprobarlo basta observar el ominoso y tornadizo comportamiento de la energía eléctrica en nuestros hogares cualquier tarde lluviosa. Es un desastre, como lo es el campo, como lo son esos hospitales rurales que, al poco tiempo de su inauguración, ya han sido saqueados y desabastecidos. Miremos hacia la educación y de ninguna manera miramos el afable e inteligente rostro de Don Pablo Latapí, sino el de la Gordillo, esa mancha escurridiza, deforme y acuosa, o asomémonos a nuestros corruptísimos cuerpos policíacos que ya no pueden ser más ignorantes, más miedosos, más impreparados y más dispuestos a transar con la delincuencia. Junto a esto, veamos los crecientes salarios y prebendas de los diputados, senadores y toda la caterva de "los que ya llegaron". Ellos, no nosotros, son los únicos beneficiarios de estos aumentos que, de tiempo en tiempo, se les ocurren a los de nuestra casta dominante.
Mi estimado Don Carstens: ¿quiere usted subir los impuestos?, bueno, pero primero díganos por qué, explíquenos de modo sencillo cómo es que no le están saliendo las cuentas y necesita más dinero; dinero que, no lo olvide, sigue siendo nuestro y nunca de usted. Los países que llamamos "democráticos" están obligados a tener un gobierno al que tienen que mantener para que éste, entre otras cosas, administre bien el dinero que ponemos en sus manos y lo aplique con tino y rectitud. Resulta, Don Carstens, que ahora va a necesitar más y yo ciudadano y causante tengo todo el derecho a preguntar: ¿para qué lo quiere?, necesito que nos muestre una lista puntual y desglosada de a qué se van a aplicar esos nuevos dineros; de otra manera, esto sería pachanga y un flagrante abuso de autoridad de su parte.. Quedamos claros: si no me explica para qué lo quiere, no le voy a dar ni un centavo de mi dinero que en este año horrendo he podido reunir con trabajos y chambas que ni usted, ni sus diputados pueden imaginar. Hacer el anuncio del aumento al tiempo que los periódicos denuncian los gastos imbéciles de la Presidencia y de su administración, es un insulto intolerable. No pago porque no es ético y háganle como quieran.

Puedes consultarla también en:
http://octavioislas.wordpress.com/2009/09/02/3448-mexico-carta-de-german-dehesa-a-carstens/

Cartens anuncia más cobro de impuestos



A falta de ideas más impuestos

lunes, 27 de julio de 2009

En respuesta a Mario Vargas Llosa, “El prestigio, el crédito y la legitimidad son para quien las trabaja”

Por: Ivonne Acuña Murillo

Este escrito tiene como objetivo hacer algunas puntualizaciones en torno al artículo de Mario Vargas Llosa, titulado “Prohibido prohibir”, publicado el domingo 26 de julio de 2009, en la columna Tribuna, del periódico El País, mismo que reproduzco abajo y que puede ser consultado en su versión electrónica en http://www.elpais.com/articulo/opinion/Prohibido/prohibir/elpepiopi/20090726elpepiopi_12/Tes

Vargas Llosa comienza su texto afirmando que el eslogan de los jóvenes que participaron en los movimientos de 1968, “Prohibido prohibir”, mismo que da nombre a su participación, tuvo como consecuencias no deseadas el que toda autoridad sea considerada como sospechosa y se propone probar como esto ha provocado la destrucción de la autoridad del docente frente a sus estudiantes y no la destrucción del Estado. Utiliza para ello lamentables acontecimientos y que él retoma como ejemplo, sin mediar un análisis multifactorial, y a Michael Foucault, quien desde su perspectiva aparece como el ideólogo del desastre que supone poner en duda toda autoridad, a pesar de que en 1968 Foucault no era todavía un intelectual influyente, ni mucho menos, como si lo fueron Jean Paul Sartre, Louis Althusser, Nicos Poulantzas y muchos más.

Primera puntualización, los jóvenes del ’68 no estaban en contra de la autoridad como tal sino en contra del “autoritarismo” no sólo estatal (del Estado) sino social (de todas aquellas instituciones que ejercen autoridad sobre los miembros de una sociedad como la familia, la escuela, la Iglesia, etc.). Por si Vargas Llosa no conoce la diferencia entre “autoridad” y “autoritarismo”, vayan las definiciones: “autoridad” (repito el término para que no haya confusiones y sigan las malas interpretaciones) es definida por la RAE como: 1. f. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho; 2. f. Potestad, facultad, legitimidad; 3. f. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia; 4. f. Persona que ejerce o posee cualquier clase de autoridad; y "autoritarismo” como: 1. m. Sistema fundado primariamente en el principio de autoridad; 2. m. Actitud de quien ejerce con exceso su autoridad; 3. m. Régimen autoritario. Partiendo de estas definiciones cabe preguntarse ¿contra que protestaban los jóvenes del ´68? Como aproximación cabe aclarar que no pretendían dinamitar el orden social existente, sino modificarlo. Dichas modificaciones pueden, siguiendo la estrategia retórica de Vargas Llosa, reducirse al slogan “amor y paz”, el cual puede interpretarse, para no abandonar al escritor peruano, como un llamado a hacer de éste un mundo mejor. Pero, ¿mejor cómo? De entrada, un mundo donde la guerra y la violencia no tuvieran lugar. Sin embargo, ese deseo no fue la primera expresión en la búsqueda de cambios, sino la libertad de expresión, de acción, de formación de una identidad propia, todo lo cual se encontraba limitado por el ejercicio “excesivo” de la autoridad estatal, paterna, escolar, sacerdotal, médica, etc. Por poner un ejemplo -de nuevo aparece el camino discursivo de “Don” Mario-, en México la policía podía arrestar a un joven por el hecho de tener el cabello más largo de lo “permitido”, lo cual remite a afirmar que “tener el cabello largo siendo hombre” estaba “prohibido”. También estaba prohibido, por mencionar un segundo caso, hacer manifestaciones públicas sin importar el asunto, tema o problema relacionado, por lo que el Estado podía acusar a quien así lo hiciera de “disolución social” (artículos 145 y 145 bis constitucional), delito que bien a bien podía querer decir cualquier cosa. En el ámbito privado también había prohibiciones, todas aquellas que fueran necesarias para mantener sujeta la voluntad de mujeres, jóvenes, niños y niñas a la excesiva autoridad masculina. Para concluir y volviendo a las definiciones, “prohibido prohibir” no supone el desconocimiento de toda autoridad sino una protesta en contra del autoritarismo estatal y social, en los términos aquí expuestos. Por lo que el primer argumento de "Don" Mario se viene abajo.

Segunda puntualización, los hechos expuestos por el escritor: las golpizas a profesores, los enfrentamientos entre pandillas a navajazos y palazos, los tiroteos, las violaciones sexuales, el consumo de drogas y alcohol, que presenta como resultado directo de la frase que da nombre a su escrito y por tanto de declarar toda autoridad como sospechosa, es no sólo una impresión producto de la falta de análisis sino un exceso, a propósito del autoritarismo que existe también en el espacio de las letras cuando un autor pretende tener la última palabra cuando de interpretar “la realidad” se trata. El caldo de cultivo que provoca el ambiente relatado por el autor y que sería un buen tema para alguna de sus novelas no puede reducirse a un solo factor. Él mismo al inicio de la narración habla de “las familias francesas empobrecidas que se codean” con inmigrantes de diversas nacionalidades, haciendo referencia sin quererlo a dos problemas sociales: la pobreza y la migración a los que se suman el alcoholismo, la drogadicción y el tráfico de armas, como él mismo afirma. Si se hiciera un análisis concienzudo de la relación de estos problemas con lo ocurrido dentro y fuera de las instalaciones educativas se vería que la falta de respeto a la autoridad y las agresiones dirigidas contra los docentes del liceo francés no son resultado únicamente de considerar sospechosa a todo tipo de autoridad sino de un conjunto de factores, como los ya mencionados, que provocan en los jóvenes estudiantes un sentimiento de rechazo, de falta de oportunidades, de un futuro incierto y a su vez violento en el que la escasez de recursos de todo tipo los convierte en competencia y enemigos uno del otro. En este caso, no son las luchas por lograr mayor libertad de expresión, espacios de participación y un mejor nivel de vida los que provocan una inversión negativa en los valores sino un sistema en el que el valor principal es la ganancia económica y cuyos procesos generan enormes espacios de exclusión y grupos de excluidos. En este caso, el segundo argumento de Vargas Llosa lleva a culpar a los actores de tan preocupantes eventos de aquello de lo que son víctimas y a ignorar la responsabilidad que las élites políticas y económicas tienen en el cambio de paradigmas y en el paso del Estado benefactor al Estado neoliberal que como tal ha renunciado a su deber de proteger a los sectores menos favorecidos de la sociedad y se ha aliado a los intereses de los grandes capitalistas, bajo la anuencia y complicidad de algunos intelectuales. Por cierto, es bajo este tipo de Estado que la educación y el trabajo se han convertido en mecanismos de exclusión social.

Tercera puntualización, ésta se deriva de la aclaración anterior y remite directamente a Michael Foucault y cuyo pensamiento, a decir de Vargas Llosa, no llevo al espíritu juvenil a la liberación creativa sino a convertir a los colegios en instituciones caóticas en “pequeñas satrapías de matones y precoces delincuentes”. En primer lugar, hace una generalización brutal al afirmar que todos los colegios “así liberados” son lugares sin orden ni regla. En segundo lugar, supone que la difusión de las ideas foucaultianas ha sido tal, que al menos en Francia, todos los adolescentes lo han leído y tomado como bandera de lucha para liberarse de la autoridad académica que los oprime y coarta, lo cual parece poco menos que exagerado. En tercer lugar, descontextualiza el pensamiento de Foucault al desligarlo de su crítica al Estado capitalista y las tecnologías de poder a partir de las cuales, en efecto, las instituciones -incluidas la escuela y la familia- son transformadas en instrumentos de dominación que permiten “normalizar” a los individuos para convertirlos en sujetos productivos y explotables, necesarios para la acumulación de capital.

Cuarta puntualización, el mismo Vargas Llosa brinda los elementos para rebatir el último argumento que aquí interesa comentar y que tiene que ver con la autoridad dentro del salón de clases y que Foucault, a quien Vargas Llosa llama "iconoclasta", aquel que “niega y rechaza la merecida autoridad de maestros, normas y modelos” (RAE), hace estallar en mil pedazos. Aquí se sostiene que no es esa autoridad la que Foucault cuestiona sino la utilización que de ella hacen las élites políticas y económicas en su afán por socializar a los sujetos en función de sus propios intereses. Por otro lado, parece que "Don" Mario no ha dado clases y no sabe lo que implica “estar en un aula frente a un grupo de jóvenes”. Si partimos de la acepción tomada por él para hablar de esa autoridad que “no volvió a levantar la cabeza” gracias al “prohibido prohibir” y que a la letra dice “Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia”, resulta que la autoridad dentro del aula es algo “que se gana”, que no se da en automático por el sólo hecho de ser nombrado por la institución educativa como el titular de una materia. Todas las personas que hemos dado clases sabemos que existe algo denominado “control de grupo” y que precisamente se relaciona con la experiencia y la habilidad para mantener la consideración de los estudiantes y su atención a los temas tratados, por lo que la autoridad del docente dentro del aula no responde a una abstracta idea de respeto, sino a su propia actitud frente al grupo, a su conocimiento y manejo de lo estudiado y su relación con la realidad que viven sus pupilos, a su forma de administrar los tiempos de atención, al respeto con el que es capaz de tratarlos y de ganar para sí mism@, no sólo a partir de un trato cordial sino de la claridad y observancia de las normas que regirán para los estudiantes y para sí, etc. En pocas palabras y parafraseando a un mexicano realmente preocupado por los menos favorecidos, “el prestigio, el crédito y la legitimidad son para quien los trabaja”.

Finalmente, me atrevo a afirmar que el artículo de Vargas Llosa es una opinión que no se fundamenta en estudios serios sobre el cambio de valores y el comportamiento de los grupos sociales que han sido excluidos del circuito capitalista de acumulación, es por el contrario una perorata, encaminada a defender el status quo aquel del que seguramente se ha beneficiado para defenderlo tan apasionadamente. Lástima que Foucault ya no esté vivo para darle una explicación que pueda entender. ¿O acaso supone que su defensa del orden existente lo acerca al Nobel?

Si quieres leer otra respuesta al mismo artículo visita http://cienciametodoysociedad.blogspot.com/

"Prohibido prohibir". Artículo aparecido en el periódico El País.

Por: Mario Vargas Llosa

El eslogan de Mayo del 68 extendió al concepto de autoridad su partida de defunción y legitimó la idea de que toda autoridad es sospechosa. No destruyó el Estado, pero sí la educación.

Hace ya de esto algunos años vi en París, en la Televisión Francesa, un documental que se me quedó grabado en la memoria y cuyas imágenes, de tanto en tanto, los sucesos cotidianos actualizan con restallante vigencia.

El documental describía la problemática de un liceo en las afueras de París, uno de esos barrios donde familias francesas empobrecidas se codean con inmigrantes de origen subsahariano, latinoamericano y árabes del Magreb. Este colegio secundario público, cuyos alumnos, de ambos sexos, constituían un arco iris de razas, lenguas, costumbres y religiones, había sido escenario de violencias: golpizas a profesores, violaciones en los baños o corredores, enfrentamientos entre pandillas a navajazos y palazos y, si mal no recuerdo, hasta tiroteos. No sé si de todo ello había resultado algún muerto, pero sí muchos heridos, y en los registros al local la policía había incautado armas, drogas y alcohol.

El documental no quería ser alarmista, sino tranquilizador, mostrar que lo peor había ya pasado y que, con la buena voluntad de autoridades, profesores, padres de familia y alumnos, las aguas se estaban sosegando. Por ejemplo, con inocultable satisfacción, el director señalaba que gracias al detector de metales recién instalado, por el cual debían pasar ahora los estudiantes al ingresar al colegio, se decomisaban las manoplas, cuchillos y otras armas punzo-cortantes. Así, los hechos de sangre se habían reducido de manera drástica. Se habían dictado disposiciones de que ni profesores ni alumnas circularan nunca solos, ni siquiera para ir a los baños, siempre al menos en grupos de dos. De este modo se evitaban asaltos y emboscadas. Y ahora el colegio tenía dos psicólogos permanentes para dar consejo a los alumnos y alumnas -casi siempre huérfanos, semihuérfanos, y de familias fracturadas por la desocupación, la promiscuidad, la delincuencia y la violencia de género- inadaptables o pendencieros recalcitrantes.

Lo que más me impresionó en el documental fue la entrevista a una profesora que afirmaba, con naturalidad, algo así como: "Tout va bien, maintenant, mais il faut se débrouiller" ("Ahora todo anda bien, pero hay que saber arreglárselas"). Explicaba que, a fin de evitar los asaltos y palizas de antaño, ella y un grupo de profesores se habían puesto de acuerdo para encontrarse a una hora justa en la boca del metro más cercana y caminar juntos hasta el colegio. De este modo el riesgo de ser agredidos por los voyous (golfos) se enanizaba. Aquella profesora y sus colegas, que iban diariamente a su trabajo como quien va al infierno, se habían resignado, aprendido a sobrevivir y no parecían imaginar siquiera que ejercer la docencia pudiera ser algo distinto a su vía crucis cotidiano.

En esos días terminaba yo de leer uno de los amenos y sofísticos ensayos de Michel Foucault en el que, con su brillantez habitual, el filósofo francés sostenía que, al igual que la sexualidad, la psiquiatría, la religión, la justicia y el lenguaje, la enseñanza había sido siempre, en el mundo occidental, una de esas "estructuras de poder" erigidas para reprimir y domesticar al cuerpo social, instalando sutiles pero muy eficaces formas de sometimiento y enajenación a fin de garantizar la perpetuación de los privilegios y el control del poder de los grupos sociales dominantes. Bueno, pues, por lo menos en el campo de la enseñanza, a partir de 1968 la autoridad castradora de los instintos libertarios de los jóvenes había volado en pedazos. Pero, a juzgar por aquel documental, que hubiera podido ser filmado en otros muchos lugares de Francia y de toda Europa, el desplome y desprestigio de la idea misma del docente y la docencia -y, en última instancia, de cualquier forma de autoridad-, no parecía haber traído la liberación creativa del espíritu juvenil, sino, más bien, convertido a los colegios así liberados en el mejor de los casos, en instituciones caóticas, y, en el peor, en pequeñas satrapías de matones y precoces delincuentes.

Es evidente que Mayo del 68 no acabó con la "autoridad", que ya venía sufriendo hacía tiempo un proceso de debilitamiento generalizado en todos los órdenes, desde el político hasta el cultural, sobre todo en el campo de la educación. Pero la revolución de los niños bien, la flor y nata de las clases burguesas y privilegiadas de Francia, quienes fueron los protagonistas de aquel divertido carnaval que proclamó como eslogan del movimiento "¡Prohibido prohibir!", extendió al concepto de autoridad su partida de defunción. Y dio legitimidad y glamour a la idea de que toda autoridad es sospechosa, perniciosa y deleznable y que el ideal libertario más noble es desconocerla, negarla y destruirla. El poder no se vio afectado en lo más mínimo con este desplante simbólico de los jóvenes rebeldes que, sin saberlo la inmensa mayoría de ellos, llevaron a las barricadas los ideales iconoclastas de pensadores como Foucault. Baste recordar que en las primeras elecciones celebradas en Francia después de Mayo del 68, la derecha gaullista obtuvo una rotunda victoria.

Pero la autoridad, en el sentido romano de auctoritas, no de poder sino, como define en su tercera acepción el Diccionario de la RAE, de "prestigio y crédito que reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia", no volvió a levantar cabeza. Desde entonces, tanto en Europa como en buena parte del resto del mundo, son prácticamente inexistentes las figuras políticas y culturales que ejercen aquel magisterio, moral e intelectual al mismo tiempo, de la "autoridad" clásica y que encarnaban a nivel popular los maestros, palabra que entonces sonaba tan bien porque se asociaba al saber y al idealismo. En ningún campo ha sido esto tan catastrófico para la cultura como en el de la educación. El maestro, despojado de credibilidad y autoridad, convertido en muchos casos en representante del poder represivo, es decir, en el enemigo al que, para alcanzar la libertad y la dignidad humana, había que resistir, e, incluso, abatir, no sólo perdió la confianza y el respeto sin los cuales era prácticamente imposible que cumpliera eficazmente su función de educador -de transmisor tanto de valores como de conocimientos- ante sus alumnos, sino de los propios padres de familia y de filósofos revolucionarios que, a la manera del autor de Vigilar y castigar, personificaron en él uno de esos siniestros instrumentos de los que -al igual que los guardianes de las cárceles y los psiquiatras de los manicomios- se vale el establecimiento para embridar el espíritu crítico y la sana rebeldía de niños y adolescentes.

Muchos maestros, de muy buena fe, se creyeron esta degradante satanización de sí mismos y contribuyeron, echando baldazos de aceite a la hoguera, a agravar el estropicio haciendo suyas algunas de las más disparatadas secuelas de la ideología de Mayo del 68 en lo relativo a la educación, como considerar aberrante desaprobar a los malos alumnos, hacerlos repetir el curso, e, incluso, poner calificaciones y establecer un orden de prelación en el rendimiento académico de los estudiantes, pues, haciendo semejantes distingos, se propagaría la nefasta noción de jerarquías, el egoísmo, el individualismo, la negación de la igualdad y el racismo. Es verdad que estos extremos no han llegado a afectar a todos los sectores de la vida escolar, pero una de las perversas consecuencias del triunfo de las ideas -de las diatribas y fantasías- de Mayo del 68 ha sido que a raíz de ello se ha acentuado brutalmente la división de clases a partir de las aulas escolares. La enseñanza pública fue uno de los grandes logros de la Francia democrática, republicana y laica. En sus escuelas y colegios, de muy alto nivel, las oleadas de alumnos gozaban de una igualdad de oportunidades que corregía, en cada nueva generación, las asimetrías y privilegios de familia y clase, abriendo a los niños y jóvenes de los sectores más desfavorecidos el camino del progreso, del éxito profesional y del poder político.

El empobrecimiento y desorden que ha padecido la enseñanza pública, tanto en Francia como en el resto del mundo, ha dado a la enseñanza privada, a la que por razones económicas tiene acceso sólo un sector social minoritario de altos ingresos, y que ha sufrido menos los estragos de la supuesta revolución libertaria, un papel preponderante en la forja de los dirigentes políticos, profesionales y culturales de hoy y del futuro. Nunca tan cierto aquello de "nadie sabe para quién trabaja". Creyendo hacerlo para construir un mundo de veras libre, sin represión, ni enajenación, ni autoritarismo, los filósofos libertarios como Michel Foucault y sus inconscientes discípulos obraron muy acertadamente para que, gracias a la gran revolución educativa que propiciaron, los pobres siguieran pobres, los ricos ricos, y los inveterados dueños del poder siempre con el látigo en las manos.

© Mario Vargas Llosa, 2009.

© Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAÍS, SL, 26/07/2009


http://www.elpais.com/articulo/opinion/Prohibido/prohibir/elpepiopi/20090726elpepiopi_12/Tes

jueves, 9 de julio de 2009

Elecciones intermedias 2009 en México

Por: Ivonne Acuña Murillo

Anotaciones
1
Voto nulo, el rechazo ciudadano

Hasta el 7 de julio y de acuerdo con resultados del PREP, el voto nulo en las elecciones intermedias 2009 se colocó, a decir de algunos, como la quinta fuerza política en el país de acuerdo con el número de ciudadan@s que se decidieron por esta opción. En función de los resultados arrojados por la primera Encuesta Nacional Sobre El Sentir Ciudadano –financiada por la Fundación Este País y realizada el mismo día de las elecciones, el voto nulo ha triplicado el porcentaje máximo que había registrado en las últimas elecciones, que había sido de 3.5 por ciento.

Según nota del Periódico El Universal (http://www.eluniversal.com.mx/notas/vi_610378.html), el llamado 'voto blanco' alcanzó el 5.39% de los sufragios, que se traducen en un total de 1 millón 839 mil 971 boletas marcadas, a éstas habrá que añadir 61 mil 618 votos para candidatos no registrados, 0.68 por ciento de la votación general, para un gran total de 1,901,589 votos nulos. Muy por encima de los votos obtenidos por el PT que se quedó con el 3.56% de la votación total, Nueva Alianza con el 3.41%, Convergencia con el 2.36%; y el Social Demócrata con el 1.03%. Por su parte, el Verde Ecologista de México, consiguió el 6.56%. En el Distrito Federal, haciendo gala de una reconocida tradición opositora, l@s electores inutilizaron el 13.29% de sus papeletas electorales, lo que suma 21 mil 265 votos nulos, se afirma en El Universal, o con cerca del 12%, de acuerdo con la encuesta mencionada.

Con estos resultados se puede afirmar que más de un millón novecientos mil ciudadanos, descontando aquellos votos que hayan sido anulados por error, hicieron patente su descontento en contra de los partidos políticos, sus candidatos, resultados y forma de gobernar.

2

Iztapalapa, la necesidad de un líder

El triunfo del candidato del Partido del Trabajo, Rafael Acosta Ángeles, “Juanito” -después del llamado hecho por Andrés Manuel López Obrador para votar por él, con intención de que éste pida licencia y se incorpore como delegada suplente Clara Brugada- no hubiera sido posible sin la enorme base social que López Obrador mantiene a pesar del fraude de 2006 y todos los intentos por denostar su actuación, sumados a los propios errores políticos de éste, como la forma en que fue “comprometido” el mismo Juanito. La existencia de esta base social responde a las enormes necesidades sociales que no han sido atendidas con efectividad por los diversos gobiernos como la pobreza, la desigualdad social, el desempleo, el hambre, etc. De esta manera, gran parte de la población, no sólo en Iztapalapa sino en todo el país, ve en López Obrador al líder, cuyo proyecto, responde a esas necesidades no atendidas. De tal suerte que mientras éstas existan, líderes como López Obrador dan a la gente la esperanza de construir un país donde la exclusión y la desigualdad social no sean la regla.

3

El viejo PRI vuelve como nuevo

En el año 2000 el PRI perdió la presidencia de la República, en el 2006 quedó como tercera fuera política con poco más de 21% de los votos, detrás del PAN y el PRD. En las elecciones intermedias de 2009 se reposiciona como primera fuerza a nivel nacional, seguido por el PAN y el PRD, y con enormes perspectivas de ganar las elecciones presidenciales de 2012, incluso ya tiene prefigurado a su candidato Enrique Peña Nieto. A nivel nacional, de acuerdo con el PREP, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sumado más de 12 millones 289 mil votos (36.81 por ciento), Acción Nacional (PAN) obtuvo nueve millones 316 mil 684 sufragios (27.91 por ciento) y el de la Revolución Democrática (PRD), cuatro millones 082 mil 469 (12.23 por ciento). El porcentaje logrado por el PRI más el 7.0% del Verde Ecologista de México, partido con el que fue en coalición, le da la mayoría relativa en la Cámara de Diputados.

Durante estos nueve años el PRI ha buscado remozar su imagen como partido de centro-izquierda mientras los otros dos grandes partidos a nivel nacional se debaten entre pleitos internos y descrédito público. Sin embargo, el PRI tiene sus propios escándalos como los vividos por los gobernadores de Puebla y Oaxaca, acusados de brindar protección a redes de pederastas y de ejercer violencia excesiva contra luchadores sociales, entre otras cosas.

Este “nuevo” PRI que ahora se nos presenta como el partido que si “sabe hacer las cosas, que si sabe gobernar, que tiene toda la experiencia”, no puede borrar de su historia el co-gobierno que durante dos sexenios se ha dado entre éste y el PAN; la introducción del modelo económico neoliberal, en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado -aquel acusado por Carlos Salinas de Gortari, de “envejecimiento inexplicable” y quien afirmó en entrevista con Carmen Aristegui, que “el sistema político para su funcionamiento necesita de la impunidad”-, teniendo como consecuencias: la primacía de la acumulación de capital sobre el bienestar de la gente; la reducción del papel del Estado como institución proveedora de bienestar social y la consecuente disminución del gasto social y el surgimiento de la ‘sub-clase’ (trabajadores precarios, desempleados y gente con escasas o nulas prestaciones sociales); el rompimiento del acuerdo social inter-clases dejando todo al mercado; la mercantilización (privatización) de los derechos sociales; la precarización de las condiciones de trabajo; el derrumbe de la condición salarial; la renuncia a mejorar la redistribución de la riqueza, la renta, el trabajo, el salario; la creación de un mercado expulsor y precarizador de mano de obra; y finalmente, la renuncia a minimizar los efectos negativos del mercado, dejando todo a la competencia.

A lo anterior habrá que agregar las viejas prácticas corporativo-clientelares refuncionalizadas en razón de los nuevos pesos y contrapesos; las alianzas con partidos, como el Verde Ecologista de México, acusado de ser un partido familiar que vive del presupuesto; el PANAL de Elba Esther Gordillo, partido salido de uno de los sindicatos más “disciplinados” y poderosos de América Latina, mismo que la “maestra” comanda y pone a disposición del mejor postor sobre todo en tiempo de elecciones; con poderes fácticos como el de las televisoras, Televisa y TVAzteca para, contraviniendo la legislación electoral, posicionar a sus candidatos en los medios, en especial a Enrique Peña Nieto, a partir de un proceso de "spotización", que suple de manera negativa el debate y la confrontación de ideas, y de paso evidencia la incapacidad del IFE para evitar los excesos cometidos por éstas.
Este es el “viejo” PRI que está como “nuevo” para reconquistar aquello que perdió.

4

El triunfo del PRI debilita a Felipe Calderón


El domingo, el PAN perdió 63 curules para quedarse con 143, de 206 diputados federales que tenía; se trata de una caída de 31 por ciento. Mayor a la ocurrida durante el sexenio de Vicente Fox Quesada que fue de 27%: de 206 diputados que obtuvo el PAN en 2000, pasaron a 151 en la elección intermedia de 2003, una pérdida de 55 legisladores.

La victoria del PRI sobre el partido de Felipe Calderón Hinojosa deja a éste debilitado y lo obliga, hoy más que nunca, a buscar alianzas con el primero, pues no cuenta con los votos necesarios para sacar adelante su agenda legislativa en los siguientes tres años. Como en el sexenio de Vicente Fox Quesada, Calderón enfrenta la situación de un gobierno dividido al no tener mayoría en ninguna de las dos cámaras del Congreso. El riesgo evidente, en este caso, es la parálisis gubernamental si el PRI, acompañado por el PVEM, decide bloquear las iniciativas que vengan del ejecutivo o, en su caso, imponer las propias.

Existe por supuesto la posibilidad de que ambos decidan colaborar en el contexto de una tensa relación con vistas a las elecciones presidenciales del 2012, en la que cada uno intentará ganar presencia a costa del otro y achacar los fracasos derivados del modelo económico impuesto por ambos a su adversario. Aquí podría funcionar, como en otros tiempos, el intercambio de “favores”.

Igualmente, puede ocurrir que uno ceda frente al otro, más probablemente el presidente frente al PRI, a menos que tenga un as bajo la manga y pueda ofrecer algo valioso al PRI o en su defecto coaccionarlo para que lo deje gobernar.

Una cuarta opción sería una combinación de las tres anteriores y su aplicación diferenciada dependiendo del contexto y el asunto a negociar.

Pero, sea cual fuere la estrategia de acción que decidan seguir el Ejecutivo y el PRI los siguientes tres años serán difíciles, políticamente hablando, para el país en su conjunto, dado que lo que se juega en el 2012 es el mantenimiento de la presidencia, por parte del PAN o la vuelta a ésta, por parte del PRI.

En este contexto, el fracaso del PRD debido a sus problemas internos y la inminente ruptura entre las dos corrientes más fuertes: Nueva izquierda, liderada por Jesús Ortega y Jesús Zambrano, “los Chuchos”, e Izquierda unida, liderada por Andrés Manuel López Obrador, suponen el establecimiento de un bipartidismo de centro- derecha (PRI – PAN), al menos hasta que la izquierda logré reconstituirse en un nuevo partido y ofrezca a la ciudadanía una tercera opción que enfrente a las otras dos fuerzas políticas con un proyecto alternativo de nación, tarea titánica para lograrse en sólo tres años.

martes, 30 de junio de 2009

¿Tiene algún sentido el voto nulo?

Por: Ivonne Acuña Murillo

Por más de un siglo las elecciones en México han servido para rodear de un halo de “legalidad” y “legitimidad” las decisiones que de facto se toman en las altas esferas del poder político y económico. Durante el Porfiriato sirvieron para darle al dictador Porfirio Díaz la posibilidad de argumentar no sólo que era respetuoso de la ley sino para afirmar que su estancia en la silla presidencial no era producto de su férrea voluntad, sino de los deseos del pueblo mexicano. Ya entrado el siglo XX , bajo la dirección primero del PNR, luego del PRM y finalmente del PRI, las elecciones han servido, a decir de Soledad Loaeza (“El llamado de las urnas. ¿Para qué sirven las elecciones en México?”, Nexos, No. 90, Junio, 1985), como: instrumento de socialización política; canal de comunicación entre gobernantes y gobernados; válvula de escape de tensiones sociales; neutralizador de fuentes potenciales de oposición anti-sistema; mecanismo de control social del Estado; instrumento para tutelar el cambio político; vía para refrendar a un sector del personal político seleccionado previamente; y finalmente, como fuente legitimadora de las formas de organización del poder, las autoridades y las políticas gubernamentales, a pesar de que éstas, las elecciones, desempeñaban un papel secundario en el complejo fenómeno de la legitimación .

Principalmente, la legitimidad estaba fincada en el bienestar económico, que por más de treinta años permitió al grupo en el poder resolver un gran número de demandas sociales, elevar el nivel de vida de un gran porcentaje de mexican@s, funcionar como Estado benefactor a través de la canalización de recursos a grupos menos favorecidos a partir de la educación gratuita, libros de texto, servicio de salud, vivienda, etc. , a cambio de la subordinación política de la población en su conjunto. La fórmula era "más bienestar económico; menos participación política" (1940-1982). Votar bajo esas premisas dejaba a la ciudadanía en calidad de espectadora en un juego de poder, donde la sociedad y sus intereses se encontraban subordinados a la clase política.

A raíz de la crisis del Estado benefactor, se ha modificado la fuente principal de legitimidad, el grupo en el poder abrió gradualmente el sistema de partidos para cambiar bienestar económico por democracia al no poder continuar sosteniendo el nivel de vida de la población, ante el agotamiento del modelo económico, conocido como ISI, Industrialización por Sustitución de Importaciones. La fórmula funcionó en la medida en que se vendió a la ciudadanía la idea de que podía, a través de su voto, lograr el nivel de vida que los gobiernos priístas no podían asegurarle; esto es "menos bienestar económico; más participación política" (1982-2000).

Sin embargo hoy, como puede observarse en la segunda fórmula, el grupo en el poder ya no ofrece ni bienestar económico, dado el fracaso del Estado benefactor y el arribo del Estado neoliberal y su renuncia a distribuir equitativamente la riqueza y los frutos del desarrollo; ni democracia, si tenemos en cuenta el conflicto electoral de 2006 y la certeza de fraude de una gran parte de la población, sumado a la crisis de representación por la que pasa el sistema de partidos en México y la falta de un partido cuya actuación y programa dé a la ciudadanía una mínima esperanza de buen gobierno, honradez y compromiso con el bienestar de los sectores más vulnerables. En estas circunstancias el esquema de Loaeza podría completarse como sigue: "menos bienestar económico; menos participación política" (2006-2009).

Esta combinación se vuelve poco menos que explosiva si pensamos que para una gran parte de la población, la posibilidad de cambiar a través del voto el estado de cosas que los mantiene a niveles de sobrevivencia, empobrecimiento gradual, etc., parece cancelada.

El voto nulo es una manera de decir: dado que la democracia es una farsa -pues aunque el fraude electoral ya no sea el mecanismo, por excelencia, para la selección de candidatos y su arribo al poder, sino una serie de prácticas previas a las elecciones como el desvío de recursos, el uso abusivo de los medios de comunicación, la "spotización", etc.- y en consecuencia, dado que mi voto sólo sirve para legitimar, como en el pasado, las formas de organización del poder, las autoridades, las políticas gubernamentales y las decisiones cupulares que se toman en otros lugares que no tienen nada que ver con las urnas y que de ninguna manera me benefician, anulo mi voto para deslegitimar aquello que de facto sigue ocurriendo.

Por supuesto, como lo han advertido ya diversos analistas, el voto nulo conlleva el enorme riesgo de que el partido con mayor posibilidad de potenciar su voto duro, el PRI, y aquel que cuenta con el apoyo de la hueste magisterial movilizada por su lidereza a favor del partido al que ayudó a ganar en las elecciones de 2006, el PAN, continúen ocupando espacios de poder en detrimento de un proyecto de nación alternativo. Sin embargo, la fuerza política que encabezó dicho proyecto, comparte con los otros dos partidos el rechazo de gran parte de la ciudadanía al no poder consolidar no sólo ese proyecto de nación alternativo, sino un partido político capaz de representar a l@s ciudadan@s que no están de acuerdo con los programas de gobierno de las otras dos fuerzas políticas gobernantes.

Aceptando que prácticamente es un hecho que lo planteado en el párrafo anterior ocurra, el voto nulo, de ser numeroso, tendría un enorme potencial simbólico, al menos teóricamente hablando, para reposicionar a una parte de la ciudadanía dentro del Estado y frente a los grupos en el poder al decirles NO ESTOY DISPUEST@ A SEGUIR LEGITIMANDO CON MI VOTO A SUS CANDIDAT@S, A LOS GRUPOS QUE REPRESENTAN NI LOS INTERESES NI ACCIONES QUE ENCABEZAN.

Por supuesto, el voto nulo por sí solo no es suficiente para cambiar el status quo, en todo caso será sólo el comienzo de una nueva etapa en la vida política de México, de tal manera que a éste deberán seguir una serie de medidas, empujadas por diversos grupos de la sociedad –intelectuales- ONG’s, asociaciones civiles, etc.-encaminadas a modificar la relación de poder no sólo entre los diversos partidos políticos sino entre éstos y la ciudadanía. No hacerlo así supondría que no sólo estamos en riesgo de enfrentar situaciones de Estado fallido sino de sociedad o ciudadanía fallida.

Por otro lado, argumentan algunos expertos que votar nulo es una irresponsabilidad mayúscula, un riesgo, abjurar de nuestros derechos políticos. Sin embargo, aquí se sostiene que votar aunque sea por el “menos peor” de los candidatos es continuar con la costumbre, muy del sistema político mexicano, de guardar las apariencias, las formas ante todo como diría Octavio Paz en El laberinto de la soledad.

Votar por cualquiera de los partidos políticos teniendo como antecedentes: el fraude de 2006 y el fracaso del IFE y TEPJF, máximas autoridades en materia electoral; la injerencia facciosa de los medios, principalmente las dos grandes televisoras, Televisa y TVAzteca en la vida política del país y la intención de la primera en hacerse de su propio partido político (si así se puede llamar al Verde Ecologista) y su candidato a la presidencia Enrique Peña Nieto; la complicidad y el co-gobierno del PRI y el PAN; el abandono del compromiso social con los grupos menos favorecidos -niñ@s (el caso de las guarderías subrogadas), ancian@s (el abandono, el olvido y la miseria de miles de ell@s), mujeres (el asesinato y trata de personas), desemplead@s (la exclusión social), pobres (la desesperanza), etc.-; la complicidad criminal de políticos de todos los niveles; el reforzamiento del autoritarismo estatal, ya federal ya local; el resurgimiento del caciquismo; el endurecimiento de diversos gobiernos frente a la protesta social; la preparación militar y policiaca del gobierno mexicano ante un eventual desbordamiento social; la infiltración del narcotráfico y de la delincuencia organizada dentro del gobierno a los más altos niveles; el enorme proceso de desintegración social que está viviendo el país sería una irresponsabilidad mayor. Votar por algún candidato o partido con la convicción de que todos están haciendo mal las cosas es volverse cómplice de todo lo anterior, es volver a decirles "sigan como van", al fin y al cabo seguiré votando por ustedes sin importar el rumbo que lleve el país, sin importar que el candidato “menos peor” sea “de lo peorcito”. Es seguir comprando manzanas "medio podridas" como sostiene José Antonio Crespo.

Si hoy la fórmula se ha invertido y la fuente principal de legitimación son las elecciones, como se pudo observar en 2006, y éstas son entonces el lugar idóneo para comenzar una crisis que sea el inicio de los cambios que el país requiere, como afirma Lorenzo Meyer, cabe preguntarse ¿Cuál es la razón para votar dentro de un sistema de partidos que no está respondiendo a las necesidades concretas de la ciudadanía? ¿Cuál es la razón para votar por candidatos y partidos que sólo buscan resolver sus propias necesidades y no las del pueblo al que deberían servir? ¿Cuál es la razón para seguir legitimando las acciones que poco a poco están llevando a nuestro país, porque es de tod@s y no de los políticos, al derrumbe económico y político, al caos y a la desintegración?

¡¡¡¡¡¡POR LO AQUÍ EXPUESTO YO ANULARÉ MI VOTO!!!!!!

NOTA: El voto en blanco es aquel en el cual el o la votante deja, como el nombre lo indica, la boleta en blanco; el voto nulo implica cruzar toda la boleta o poner una cruz sobre todos y cada uno de los logos de los partidos. Esta última posibilidad es la más adecuada en caso de decidir unirse a este tipo, válido y legítimo, de protesta ciudadana ante el pobre desempeño que TODOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS han tenido en la última década, pues dejar la boleta en blanco puede dar lugar a que los representantes de los partidos o los mismos funcionarios de casilla llenen dicha boleta con votos para cualquiera de los partidos en competencia.

Para fundamentar mejor tu decisión a la hora de votar consulta lo siguiente:


I. Intelectuales reflexionan sobre el voto nulo

Denise Dresser


II. Páginas y blogs sobre el voto blanco/nulo

Luis Manuel Pérez de Acha
México vota en blanco
http://www.votaenblanco.org.mx/

CENCOS
Centro Nacional para la Comunicación Social, A.C.
Asamblea Nacional por el voto nulo
http://cencos.org/es/node/21098

Impresión Política
Un blog de política mexicana
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III. Gente de los medios opina sobre el voto nulo
http://events.mx.msn.com/elecciones2009-entrevistas.aspx