Por: Ivonne Acuña Murillo
Cabe preguntarse qué es lo que da a un discurso el carácter de histórico. Se podría argumentar que es la estatura moral, política, social o intelectual del personaje lo que imprime a sus palabras ese carácter. Se podría afirmar también que es la pertinencia de lo dicho en función de un momento histórico determinado o ambas cosas: la posibilidad de un individuo, que en función de una preparación y experiencia previas y/o una gran intuición o capacidad de observación y análisis es capaz de hacer una lectura acertada y plasmar en palabras los elementos más importantes del momento histórico que le tocó vivir.
Pero, el que un discurso pase o no a la historia, no depende sólo del personaje y el documento en sí mismo, sino de la forma en que lo reciben aquellos a quienes va dirigido; esto es, está sujeto a múltiples lecturas e interpretaciones. En este caso, el texto escrito y leido por Porfirio Muñoz Ledo en la Cámara de Diputados, como parte del posicionamiento del Partido del Trabajo, iba dirigido al presidente de la República y su gabinete, a los mismos legisladores, a los partidos políticos, a la ciudadanía, a los mexicanos y mexicanas en general.
Se puede suponer que para el ejecutivo federal el posicionamiento del legislador es un intento más de la oposición por negar los "avances" del sexenio y por obtaculizar una "brillante" labor resaltando lo malo y ocultando lo bueno; para los legisladores y partidos, una postura más, entre muchas, que sus mismos partidos podrán parcialmente sostener o negar; para la ciudadanía y en general para quienes habitan este país, el discurso podrá pasar desapercibido si no se tuvo la paciencia y el interés de seguir con atención las intervenciones de los representantes de los diversos partidos el día de la entrega por escrito del tercer informe presidencial, a través de la señal del Canal del Congreso. La oportunidad se perdió si se decidió esperar a ver el resumen en las principales cadenas de televisión que tuvieron a bien omitirlo.
Para otros, el discurso pasará por el tamiz de las simpatías partidistas, de los intereses personales, de las convicciones y prejuicios, lo cual se traducirá en un rechazo o aceptación, ya parcial, ya total.
Para los menos, las palabras de Muñoz Ledo, quedarán como un claro recuento de los problemas por los que atraviesa el país, de los errores cometidos por los diversos gobiernos, de la gran deuda social que crece año con año con los que menos tienen, de las soluciones posibles, por mencionar sólo algunos de los puntos por él referidos.
Como puede observarse, la posibilidad de que adquiera una influencia mayor y con ello un carácter histórico se pierde en un mar de intereses y desintereses políticos, económicos, sociales, personales y de grupo.
Sin embargo, para quien esto escribe, el discurso pronunciado el 1 de septiembre por Porfirio Muñoz Ledo es la visión de un hombre de Estado que conoce y comprende el funcionamiento del sistema político mexicano, sus debilidades y fortalezas, el contexto nacional e internacional en el que se inserta, las tan necesarias y urgentes reformas políticas (del Estado) y económicas (cambio de modelo), las posibilidades y riesgos que el país enfrenta, por lo que debería tener un lugar en la historia contemporánea de México. País al que amamos y que vemos sumido en una profunda y lacerante desigualdad social como mudos testigos de un drama que se avecina, ante la mirada impávida de nuestros gobernantes, a los que se suman legisladores y ministros, quienes dejan pasar una a una las oportunidades para sacar a este país adelante, ya por falta de voluntad política, por miopía partidista, por incapacidad o por estar demasiado ocupados asegurando sus intereses personales y de grupo. De cualquier forma, eso los deja a todos como "enanos" frente al reto histórico que deben enfrentar.
Porfirio Muñoz Ledo
Discurso de posicionamiento del PT en la Cámara de Diputados
Parte 1 de 2
Porfirio Muñoz Ledo
Discurso de posicionamiento del PT en la Cámara de Diputados
Parte 2 de 2
Los intentos por desacreditar al autor de un discurso que pasará a la historia como el análisis de un político con tamaños de estadista y que dejó pequeños a los demás oradores, van desde ignorarlo y omitir su mención en los grandes medios de comunicación, empezando con Televisa y TV Azteca, hasta la carta de un publicista que de analista político no tiene nada, y quien, ante la falta de argumentos de peso (no porque no los haya sino porque los desconoce), se lanza a denostar a la persona hablando de su supuesta vida privada, pasando por alto ideas, problemas nacionales, proyectos, urgencias y la forma detallada en que Muñoz Ledo dibuja al país en un momento en que los errores políticos y económicos pueden llevarnos al desastre. Es de llamar la atención que esta carta, publicada el martes 9 de septiembre de 2008, circulara nuevamente por la red tan sólo unos días después de que Muñoz Ledo pronunciara el discurso arriba reproducido.
La carta de Carlos Alazraki puede ser consultada en:
La carta de Carlos Alazraki puede ser consultada en:
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=383963
Te sugiero leas una interesante opinión en torno al escrito de Alazraki, "intelectual pop", en contra de Porfirio Muñoz Ledo en:
http://cienciametodoysociedad.blogspot.com/