A pocos días de cumplir un año
de su aparición, en la primera marcha realizada de la Universidad
Iberoamericana a las instalaciones de Televisa Santa Fe, el 18 de mayo del año
2012, el movimiento juvenil “#YoSoy132” debe ser revisado en función de un
contexto histórico-social más amplio, mismo que trasciende con mucho las
elecciones presidenciales que tuvieron lugar en julio del año pasado.
Aunque el detonante de este movimiento fue la visita del
candidato presidencial del PRI a la Universidad Iberoamericana, el viernes 11
del mismo mes (V-11), se puede afirmar que no fue con mucho la razón de fondo
que motivó a miles de jóvenes en toda la República para manifestar su
inconformidad por la forma en la que los políticos mexicanos están “guiando” al
país. Ciertamente, el intento por parte de una televisora para imponer a un
candidato, así como el sesgo informativo al que de manera cotidiana, éste y
otros medios, someten los temas de interés nacional, llevó a las y los
estudiantes de la Ibero a alzar su voz para romper dicho sesgo y afirmar su
derecho a elegir a quien debía de gobernarlos.
El video
hecho público el 14 de mayo, el lunes posterior al V-11, donde 131 estudiantes,
con credencial en mano, respondieron a los comentarios hechos por el presidente
nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, quien intentó minimizar lo ocurrido
en la Ibero Santa Fe afirmando que las personas que habían protagonizado las
protestas no eran estudiantes sino acarreados entrenados, fue el segundo paso
de lo que comenzó a prefigurarse como una movilización social juvenil,
semejante en transcendencia al Movimiento Estudiantil del ’68.
A decir de la
alumna Ana Rolón, en entrevista con quien esto escribe, muchas más personas
respondieron a la convocatoria hecha vía Facebook, para hacer un “video por la
verdad”, pero dada la urgencia en contestar los comentarios de Coldwell se tomó
la decisión de cortar a las 12 de la noche del domingo 13 y editar sólo 131
participaciones, por lo que el video único apareció en Youtube entre las 10:00
y las 10:30 de la mañana, convirtiéndose en trending
topic nacional a los 15 minutos de haber sido promocionado en Twitter.
La
estrategia mediática de los estudiantes para confirmar su procedencia “Ibero”
concitó a miles y miles de otros jóvenes universitarios en todo el país,
incluso a gente de otras generaciones y ocupaciones, a solidarizarse con la
frase “Somos más de 131”, ante lo que veían como el inicio de una lucha no sólo
en contra de la injerencia política de un poder fáctico, de ahí su demanda
inicial por la “democracia en los medios”, sino en contra del autoritarismo
político, una vez más como en el ‘68.
Es así como
nace #YoSoy132, un movimiento social cualitativamente diferente no sólo por su
organización horizontal, la cual buscaba evitar una sola visión de lo que
debería hacerse, sino por el uso de las nuevas tecnologías que potencializan la
comunicación a niveles sin precedentes, lo que permitió que gente de otros
países se sumara a la protesta, y por la frescura e imaginación que sus
participantes imprimieron a sus acciones, siendo el video citado una muestra de
la creatividad juvenil y del carácter del movimiento. Éste ha sido calificado por
Jesús Galindo y José Ignacio González como “estético” por conjuntar tres
características: apelar a nuevas identidades, saber cómo usar los medios que
importan y ser auténticos (http://goo.gl/2eiUY, pag. 50).
En concordancia con lo dicho, no es de extrañar que la
protesta se originara entre estudiantes de la carrera de Comunicación dada la
sensibilidad que desarrollan en relación a los asuntos de Medios. Lo que si
extrañó a más de uno fue que justo el rechazo al candidato priísta surgiera en
una universidad privada caracterizada por el alto nivel económico de la mayoría
de sus alumnos.
Se puede
sostener que el perfil de las y los jóvenes que cursan carreras de ciencias
sociales en la UIA ha cambiado en los últimos seis años, por lo que se puede
aventurar la hipótesis de que si la visita de los candidatos, el mismo Enrique
Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, quien fue muy bien recibido, se
hubiera llevado a cabo en el año 2006, el resultado hubiera sido otro. Pero
seis años fueron suficientes para pasar de una supuesta pasividad al compromiso
con el pasado, el presente y el futuro, ante el agravamiento de problemas
sociales que colocan a las últimas generaciones a la deriva y donde la
construcción de un relato de vida se vuelve casi insostenible. La tesis de la “página
nueva”, de la que habla Richard Sennett, enfatiza el hecho de que todas
aquellas condiciones que hacían de la vida algo previsible, como la posibilidad
de obtener educación, empleo, seguridad social, etcétera, se “han esfumado en
el aire” (http://goo.gl/8jRbE, págs. 26 y 27). En su lugar, aparecen determinaciones de carácter económico-social
que marcan irremediablemente la vida de la mayoría de la gente en el mundo,
haciendo de ésta un territorio de arenas movedizas, en el que todo amenaza con
desaparecer a una velocidad nunca antes conocida.
Es este el
contexto en el que #YoSoy132 se convierte en un movimiento ampliado al que
muchas personas, de distintos niveles socio-económicos y diferentes realidades
se sienten convocados. En opinión de Francesc
Messeguer, estudiante de la UIA quien desde el inicio ha hecho la
relatoría del movimiento en Reporte
Índigo (http://goo.gl/6VpDn ), #YoSoy132 puede
ser lo que cada quien decida en términos de demanda social y acción pacífica.
Refutando lo que para muchos fue la pérdida
del eje con el que inició el movimiento, la democracia en medios, aquí se
sostiene que #YoSoy132 puede considerarse como el primer movimiento social del
Siglo XXI capaz de aglutinar múltiples demandas sociales en apariencia dispersas,
pero que pueden ser comprendidas a la luz de los cambios que la cultura del
nuevo capitalismo ha impuesto al mundo.
Finalmente, otro
estudiante, pero esta vez de la Universidad Intercontinental, José Fernando
García, pasea la mirada sobre el Movimiento #YoSoy132 y observa el despertar de
una generación que comenzó rompiendo el prejuicio de su supuesta apatía y
desinterés por el otro y que a partir de las palabras del poeta comunista turco
Nazim Hikmet dibuja su estar en el mundo, a saber “Si yo no ardo / Si tú no
ardes / Si nosotros no ardemos / ¿Quién iluminará / esta oscuridad? (http://goo.gl/UY38C: 44).
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