domingo, 8 de agosto de 2010

MARCHA DE LOS PERIODISTAS POR EL DERECHO A INFORMAR

Por: Ivonne Acuña Murillo



La loable marcha de los y las periodistas que tuvo lugar el 7 de agosto de 2010, del Monumento de la Independencia a la Secretaría de Gobernación, en la que estuvieron presentes muy pocos periodistas de peso, como Froylan López Narváez, Miguel Ángel Granados Chapa, José Cárdenas entre otros, puede ser vista desde muy diferentes ángulos.

Por un lado, desde el punto de vista de un gremio que ha visto minados sus derechos a saber e informar, a un ejercicio profesional seguro, a la libertad y a la vida. Igualmente al interior como un gremio separado por los intereses de las diversas empresas informativas, de grupo, incluso por intereses personales, lo cual desembocó en que muchas de las figuras públicas de la comunicación no acudieran. Lo anterior es un fuerte obstáculo para que este gremio presente un frente común en su lucha contra las agresiones de que son objeto.


La marcha de ayer puede ser analizada como un evento público con un muy escaso poder de convocatoria y al que sólo acudieron alrededor de 700 personas, en su mayoría periodistas, amigos y familiares, entre ellos niños, niñas y bebés, los que si no faltaron fueron los vendedeores ambulantes que se dieron cita a las afueras de la misma Secretaría de Gobernación.






Puede cuestionarse al grupo organizador y sus pocas posibilidades para comprometer a un número mayor de personas dispuestas a apoyarl@s en su hoy peligrosa profesión; puede asimismo pensarse que la poca concurrencia puede estar relacionada con el posible nexo que las personas convocantes tengan con Televisa y el rechazo que esta televisora genera no sólo entre los posibles manifestantes sino en otros medios y al cuestionar que hasta que los agredidos fueron periodistas contratados por esta empresa comenzaron las movilizaciones. Desde otro punto de vista, el más preocupante, la falta de respuesta ciudadana puede deberse a la apatía propia de un pueblo que poco a poco se acostumbra a todo y que es incapaz de relacionar los ataques a diversos medios, periodistas y el derecho a saber e informar con su propio derecho a ser informad@s.


Pero más allá de cualquier explicación en este blog se quiere resaltar que muchos de l@s 64 periodistas asesinados, han muerto cumpliendo con su compromiso de mantener informada a la ciudadanía de los múltiples sucesos que ocurren en este país, muchos de los cuales tienen una incidencia directa sobre nuestra forma de vida y la información por ell@s proporcionada nos permite estar alerta en la defensa de nuestros diversos derechos e intereses.


Hacer hincapié también en la lucha que muchos de ellos y ellas están dando o han dado, incluso a costa de su propia vida, para que este país sea un mejor lugar para vivir, como en el caso de Felícitas Martínez y Teresa Bautista, Miguel Ángel Villagómez, Ramón Ángeles Zalpa, Evaristo Ortega Zarate, José Armando Rodríguez, Gerardo Paredes, Roberto Marco García, Mauricio Estrada Zamora, José Manuel Nava, tod@s muert@s; o de Carmen Aristegui y Maribel Fernández, dos valientes periodistas que defienden su derecho a informar y son capaces de darle voz a aquellos que de otra manera permanecerían en la obscuridad, por mencionar sólo dos de las más conocidas y dado que esa lucha tarde o temprano nos beneficiará a todos y todas deberíamos como sociedad construir un cerco civil en torno a estas personas que están haciendo lo que la mayoría de nosotr@s debería estar haciendo y la marcha de este sábado podría ser el primer paso para lograrlo.



 


México nos pertenece a tod@s, por esta razón el hecho de que tan poca gente, más allá de los periodistas sus familiares y amigos, acudiera puede interpretarse como un indicador de apatía de una sociedad que todavía no está dispuesta a defender las causas en las que no se piensa directamente involucrada, aunque su juicio sea equivocado, pues el derecho a la información es para tod@s y es una factor imprescindible para una democracia sana en camino de consolidarse, todo lo contrario de lo que hoy tenemos.


Nota: El video y las fotografías fueron tomados por Francisco Villalpando.

jueves, 5 de agosto de 2010

PUNTOS PARA PENSAR EL PRESENTE Y EL FUTURO POLITICO Y SOCIAL DE MEXICO


Por: Ivonne Acuña Murillo


Enseguida encontrarás algunos puntos que desde mi punto de vista nos permiten pensar el presente y el futuro de nuestro país.

a) La existencia de un sistema político en el que sus dos partes principales, presidencia y partido, se han disociado dejando a la primera en una posición de debilidad estructural, lo que ha provocado el fortalecimiento de otras instancias de poder como los gobernadores de los estados y los llamados poderes fácticos: televisoras, medios en general, Iglesia, crimen organizado.

b) Un sistema político resquebrajado, en el que la red de intermediarios priístas entre el gobierno y la sociedad, construida a lo largo de 71 años de gobiernos ininterrumpidos, enfrenta un avanzado proceso de descomposición al igual que los mecanismos tradicionales de representación política que no han podido ser sustituidos por la representación electoral.

c) La ruptura del pacto de gobernabilidad que suponía una “activa negociación pasiva” de la participación por parte de los habitantes, en el cual se intercambiaba bienestar económico por una escasa participación política, fórmula que se invirtió a partir de 1982, con la crisis económica y la apertura del sistema electoral, brindando democracia a cambio de bienestar y que hoy, después del fraude del 2006 y del fraude anunciado de 2012, nos pone en un escenario de: “ni bienestar ni democracia”. Peor aún, la sombra de fraude electoral de 2006 hace sentir a gran parte de la población que la democracia podría no ser el camino para resolver sus apremiantes necesidades económicas.

e) El hecho de que hoy gobiernen partidos diferentes al PRI, entiéndase PAN y PRD, no ha significado un rompimiento del orden estructural basado en la corrupción a todos los niveles. Por el contrario los nuevos gobernantes han incurrido en las mismas prácticas deshonestas de sus predecesores priístas.

f) La sustitución de las relaciones cara-a-cara por relaciones de tipo institucional en las que el individuo pierde no sólo su nombre sino su rostro y se convierte en un número más en un enorme conjunto de estadísticas.

g) El adelgazamiento del Estado, traducido en un abandono parcial de la solución de las demandas de los grupos menos favorecidos y en la pérdida de derechos sociales, en desempleo, la pérdida de poder adquisitivo del salario, la falta de seguridad física y patrimonial, etc., elementos todos que la gente asocia con democracia, de manera que se suma un factor más para desconfiar de la supuesta democracia mexicana, lo cual aumenta el riesgo de una vuelta al autoritarismo o el inicio de una revuelta social.

h) La incapacidad del gobierno federal para brindar protección a las mujeres y a l@s niñ@s de los grupos menos favorecidos quienes son víctimas del crimen organizado y se ven envueltos en fenómenos como la trata de personas. Un ejemplo claro de esto son las más de 400 mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, y las más de 4000 desaparecidas, muchas de las cuales son niñas y adolescentes.

i) El intento de remercantilización de un conjunto de servicios sociales que una vez en el mercado quedarían fuera del alcance de amplios grupos sociales.

j) Un aumento en el desencanto, escepticismo y la desconfianza por parte de los habitantes y ciudadanos hacia sus gobernantes, sin importar el partido al que pertenezcan, pues se encuentran enfrascados en una lucha por el poder, donde el pueblo y sus necesidades quedan como rehenes.

k) La infiltración al más alto nivel en todos los espacios de gobierno de la delincuencia organizada y el narcotráfico, incluso el contubernio de funcionarios de primera línea.

l) La violencia y la inseguridad propiciadas de manera importante por la guerra declarada por el gobierno a la delincuencia organizada y al narcotráfico y que amenazan en convertirse en una guerra civil, si no lo es ya, y la declarada incompetencia del presidente de la República y su gabinete para luchar en contra de esta amenaza. A esto habrá que sumar la pérdida de control de varias partes del territorio por parte del gobierno federal y los estatales y el cuestionado papel desempeñado por el ejército en esta lucha en la que se cuentan ya alrededor de 28 000 muertes, entre los que se encuentran familias completas, hombres, mujeres, niños, niñas, sin que el gobierno pueda evitarlo, poco más de 5000 civiles asesinados que no tenían nada que ver ni con el ejército ni con los delincuentes, sólo tuvieron la mala suerte de encontrarse en medio del fuego cruzado entre ambos para convertirse en “daños colaterales”.

m) La candidatura “inevitable” de Enrique Peña Nieto y su muy posible arribo al poder a la cabeza del grupo político que no ha dejado de incidir en los gobiernos panistas y que representa lo más duro, neoliberal y corrupto del antiguo priismo, gracias a la fabricación de una imagen televisiva en la que participan las dos grandes televisoras.

Nota: Este texto es parte de la tesis titulada “Modificaciones en la relación Estado-sociedad y su influencia en la cultura política de los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México 1968 – 2010”, con la que esto escribe pretende obtener el grado de Doctorado en Ciencia Social con Especialidad en Sociología, por El Colegio de México.